¿quién decís que soy yo?

* (Jesús) Les preguntó (a los discípulos): "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?".*

Lucas 9, 20

Señor mío: ¿Quién digo que Eres? Desde mi mente y conocimientos inculcados y adquiridos te respondo: "Tú eres Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Hijo del Dios Vivo, el Alfa y la Omega... y mil cosas más".  Desde mi pobrísima experiencia personal, eres el Hombre que una tarde se paró a mi lado, en mitad de mi pecado, y me miró con sus bellos ojos cuajados de lágrimas, las manos atadas al frente e instantáneamente cambió el rumbo de mi vida. Eres el que la noche del 30 de Junio del 2003, mientras rezaba el rosario, hablando a mi corazón dijiste: "Seré tu esposo para siempre y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y piedades. Tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios" y luego me enviaste al "Carmelo".

Aún así, y como te he dicho ayer, trataré de comenzar a conocer al Ser Humano completo, que Eres. Sé que me llevará la vida, Señor, pero vale la pena. Al final del camino estarás Tú, esperándome. 

¿Y quién eres Tú?

*El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: "Es Juan que ha resucitado". Otros decían: " Es Elías, que se ha aparecido", y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado".

Pero Herodes decía: "A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?. Y trataba de verlo.

Lucas 9, 7-9

¿Y quién eres Tú para mí, Señor? Hoy, en mi meditación matinal, luego de la lectura y en nuestro encuentro en la oración, le he pedido al Espíritu Divino que me despoje de imágenes que llevo impresas en la retina y también de las que me erigido en el corazón. Yo también, como el tetrarca, quiero saber ¿quién eres Tú, en realidad, para mí? No quiero palabras de encendido amor, quiero la verdad. Hoy he comenzado esta aventura ¿quieres ayudarme a descubrirte, Amado esposo de mi alma? ¡¡Quiero conocerte en profundidad, en espíritu y en verdad!!. Amén

Administrar tu Presencia

*Decía también a los discípulos: "Había un hombre rico que tenía un administrador, que estaba malgastando sus bienes.

Lo llamó y le dijo: `Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto.´*

Lucas 16, 1-2

Señor y Dios mío: En el reparto de tareas, a mi no me ha tocado el tema dinero, pero soy consciente de muchas otras riquezas que me has dado y la primera y principal ha sido la de conocerte. Ayúdame, te ruego, a no querer acapararte sólo para mí, sino a ser capaz de darte a conocer, ayúdame a compartir el tesoro de tu amor y tu paz entre quienes comparten conmigo mi tiempo y mi entorno. Quiero ser una buena administradora de estos preciados bienes y que mis hermanos puedan disfrutarlos como yo. Amén

Tras tus pasos, Señor

*En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo "Sígueme." Él se levantó y lo siguió.

Mateo 9, 9

Mi dulce Amado: también pasaste a mi lado y mirándome a los ojos me dijiste "Sígueme" y, como Leví, no vacilé. Dejando todo atrás y sin volver la mirada te seguí y, como él, vi mi corazón colmado de paz y de amor con tu Presencia iluminando cada paso. Dame fuerzas, te suplico, para ir tras tus huellas hasta la eternidad a pesar de todo lo que pueda sucederme. Amén

La dicha del perdón

* Jesús le dijo:

"Dos hombre le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y como no tenías con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?"

Simón le respondió:

"Supongo que aquél a quien le perdonó más".*

Dulcísimo Salvador mío, sin lugar a dudas quienes hemos sido bendecidos con tu infinita misericordia, que borró nuestros delitos contra tu divina Ley, somos los más agradecidos y quienes más te amamos. Y es tanto tu amor y tu perdón, que al sentirnos otra vez dignos podemos levantar el rostro, enjugadas las lágrimas por tu bondad, y caminar a tu encuentro con una brillante y confiada sonrisa de agradecimiento y felicidad por estar Contigo. Amén.

Sabiduría de Dios

*..."Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: 

`Este está endemoniado´.

Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen:

`Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores´.

Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios son quienes lo reconocen.*

Lucas 7, 33-35

Señor, Mi Dios y mi Todo Te doy gracias porque por tu infinita bondad, y sólo por ello, sé Quién eres Tú: Mi Salvador, mi Restaurador, el Amor y la Misericordia humanizados en Ti. Bendito sea el Padre Todopoderoso que se dignó concederme la gracia de reconocerte. Amén.

Mirar con amor

*"¿Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la viga que tienes en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, deja que te saque la pelusa que tienes en el ojo", si tú no ves la viga en el tuyo?"*

Lucas 6, 41-42

Mi Señor y mi Dios: Hoy te ruego, una vez más: "Dame un corazón y una mirada como la Tuya. Concédeme, siempre, la capacidad de no juzgar a nadie y, por el contrario, ser capaz de amar y brindar misericordia a todos mis semejantes, tanto como Tú me amaste y me tuviste misericordia a mí. Gracias, Jesús, en Vos confío. Amén

S. O. S.

* Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se paso la noche en oración con Dios.*

Lucas 6, 12

Señor mío y Dios mío: ¡Cuántos días sin decirte nada! Es que por momentos me siento atrapada en un estado abúlico; Jesús necesito tu auxilio ¡por favor, escúchame! Ayúdame a estar como Tú, en contacto de oración con el Padre, ayúdame a encontrar la raíz de este aletargamiento que me envuelve y me aquieta física y mentalmente. Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí. Amén