Señor mío, a veces la sordera se apodera de mi alma y tu Palabra llena de amor y sabiduría cae en saco roto, otras veces no sé comunicarla a quienes me rodean. Por favor, toca los oídos de mi corazón y mi forma de expresarme, para que pueda recibir tus enseñanzas y dar fruto en mí y en quienes me escuchen hablar en tu Nombre.
Gracias, Señor, te amo.
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