sábado, 26 de octubre de 2013

Esta pobre higuera

*Jesús les propuso la siguiente parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su huerto. Fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo al hortelano: `Llevo tres años viniendo a buscar fruta en esta higuera y no la hallo. Córtala, que encima está esquilmando el terreno´. Él le contestó: `Señor, déjala todavía este año; cavaré alrededor y la abonaré, a ver si da fruto. Si no, la cortas el año que viene´.*
Lucas 13, 6-9


Señor mío y Dios mío: siempre la misma pregunta en mi corazón ¿habré dado fruto?, si acaso los di ¿fueron sabrosos? ¿tanto como para saciar tu sed de amor?  Te aseguro, Dulce Jesús, que me preocupa, mucho más ahora que estoy en el atardecer de mi vida. 
Por favor, Bien mío, abona este corazón, no permitas que la tibieza jamás se entronice en él. Sugiéreme en el silencio de la oración, en qué manera puedo yo, pobre higuera, dar saciedad a las necesidades de mis hermanos para, de ese modo, poder ofrecértela a Ti. Ayúdame, Buen Señor. Amén






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