*... pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".
Lucas 10, 38-42
Mi Señor, mi Dios, mi Todo, sólo repito con Samuel: "Habla, Señor, tu sierva escucha" y al modo de María de Magdala, me quedo quietecita a tus pies.
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