Mar adentro
También a mí, a ti, a todos los que somos sus discípulos nos ha llamado a navegar mar adentro y rescatar, en la medida que nos sea posible, a los náufragos de la vida contándoles las maravillas del Señor, su infinita Misericordia. Animándoles a seguirle, a confiar en Él.
Señor mío, a pesar de mis múltiples limitaciones que Tú suplirás, ¡AQUÍ ESTOY!
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