domingo, 3 de noviembre de 2013

Porque también soy pecadora

*En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un sicómoro para verlo cuando pasara por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.*
Lucas 19, 1-5



Señor Jesús, yo, como Zaqueo quiero conocerte de verdad, no de oídas. También soy baja porque como él soy pecadora, pero a pesar de ello, en tu infinita Misericordia, una tarde detuviste tu amorosa mirada sobre mí y llamándome por mi nombre me dijiste que querías alojarte en mi vida. Por ello me animo, una vez más, a pedirte que aumentes en mi corazón las ansias de estar a tu lado, de conocerte, de entablar la mejor amistad Contigo, que yo se bien que Tú me amas. Señor, como Zaqueo, te recibo con la más infinita alegría y también seguiré imitándole tratando de enmendar los errores de mi vida. Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario