sábado, 16 de noviembre de 2013

Súplica

*En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso una parábola: "Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía decirle: `Hazme justicia frente a mi adversario´..."*
Lucas 18, 1-8

Dulce Maestro: así como, con tanta paciencia, enseñabas a tus discípulos enséñame a mi a serte fiel y perseverante en la oración. Sé que soy reiterativa, siempre pidiendo por mi familia, por los miembros de mi Orden, por la paz en el mundo, por mi Patria... pero, Señor, no tengo más que pedirte pues teniéndote a ti nada me falta, sólo Tú bastas. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario