martes, 16 de julio de 2013

A la Virgen del Monte Carmelo

*En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su Madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con Él. Alguien le dijo entonces a Jesús: "Oye, ahí fuera están tu Madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo." Pero Él respondió al que se lo decía: "¿Quién es mi Madre y quienes son mis hermanos?" y señalando con la mano a sus discípulos dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".
Mateo 12, 46-50



Dulce Madre mía, mi corazón está exultante de amor y dicha por celebrar a tan augusta Reina, en el día en que celebramos tu fiesta, solemnidad carmelitana, bajo la advocación por la que eres nuestra Madre y Hermana, Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo. Desbordo de alegría por los mucho hermanos que viene a ponerse bajo el amparo de tu santo Escapulario en la Santa Misa de hoy, feliz por las voces que aunadas cantan a tu gloria con los versos de San Simón:

Virgen del Carmen,
viña florida,
esplendor del cielo
Virgen fecunda y singular.
¡Oh! Madre tierna
intacta de hombre,
a los carmelitas
proteja tu nombre,
Estrella del mar.

Una y mil veces más, hasta que expire y en el más allá, te doy gracias por haberme llamado a formar parte de la gran Familia del Carmelo y más aún... por llamarme al Carmelo Teresiano.


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