sábado, 21 de septiembre de 2013

Tras tus pasos, Señor

*En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo "Sígueme." Él se levantó y lo siguió.
Mateo 9, 9



Mi dulce Amado: también pasaste a mi lado y mirándome a los ojos me dijiste "Sígueme" y, como Leví, no vacilé. Dejando todo atrás y sin volver la mirada te seguí y, como él, vi mi corazón colmado de paz y de amor con tu Presencia iluminando cada paso. Dame fuerzas, te suplico, para ir tras tus huellas hasta la eternidad a pesar de todo lo que pueda sucederme. Amén



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