lunes, 25 de marzo de 2013

A tus sagrados pies

*...María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume"*
Juan 12, 3


Mi Señor, mi Dios, mi Todo: Hace muchos años, postrada ante el Santísimo Sacramento, me concediste una gracia singular, sentir el olor a nardos y al levantar la mirada hacia Ti, por un femtosegundo me pareció ver tus pies de alabastro con un rubí resplandeciente en su centro. Desde entonces, Tú lo sabes, adoro tus pies y me siento sumamente feliz de estar siempre de rodillas ante Ti. Como a María de Magdala, a esta María de Moreno nada le importa, sólo adorarte y que el perfume de mi amor ascienda hasta Tu trono como incienso quemado . Concédeme, pues, las gracias necesarias para ser digna de estar ante tu Presencia aunque sea en el último rinconcito. Gracias 




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