jueves, 28 de marzo de 2013

Maestro y Señor

*... Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo."
Juan 13, 13-15


Señor y Maestro mío: Con tu Sangre Divina lavaste mi corazón, mi alma, mi entendimiento, memoria y mi voluntad, dejando todo bien. No puedo retribuir tu amor más que con amor, así que te ruego infundas en mi pobrecito corazón la riqueza del tuyo, para que yo pueda servir con auténtica caridad a todo aquél que me necesite. Amén



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