sábado, 2 de marzo de 2013

Un canto de acción de gracias

*... Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. Entonces el hijo le hablé: "Padre, he pecado contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus servidores: "¡Rápido!... hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado."  Y comenzaron la fiesta.*
Lucas 15, 20b. 23b-24



Señor, Padre mío: ¡cuánto debo agradecerte! Yo, como el pródigo, pedía auxilio para salir del pozo donde estaba hundida, pero aún no había logrado tener la fuerza para ir hacia Ti, sin embargo un día descubrí con sorpresa que habías salido en mi búsqueda y cuando me hallaste ¡Oh Dios mío! tu ternura me envolvió, la alegría llenó mi interior y una gran paz se instaló para siempre en mi corazón. Gracias Padre mío, gracias mi Jesús amado, gracias Divino espíritu que alentaste todo el tiempo en mí para que los olvidase. Gracias Virgen Madre que no abandonaste a esta hijita. Señor mío, que mi vida sea por siempre un canto de acción de gracias. Amén



No hay comentarios:

Publicar un comentario