jueves, 20 de marzo de 2014

Entre el hombre rico y la pobre viuda

*Jesús dijo a los fariseos: " Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y comía regularmente todos los días.
Había también un pobre, llamado Lázaro, todo cubierto de llagas, que estaba tendido a la puerta del rico. Hubiera deseado saciarse con lo que caía de la mesa del rico...
Lucas 16, 19-31


Dulce Maestro mío: hay muchas maneras de ser rico; puede ser en posesiones, en conocimientos, en sabiduría... ¡en Ti y en tu amor!
Estoy dentro de la última categoría, en las demás soy muy pobre. Y también hay quienes se parecen a la pobre viuda o los que se parecen al rico de la parábola de hoy.
Por favor, ayúdame a ser como la viuda que dio todo cuánto tenía. Que del mismo modo sepa yo dar generosamente el amor que me viene de tu Corazón, no sólo para mí, sino para que lo comparta con todos los Lázaros que te buscan para sanar sus llagas.
Espero, Amor mío, ganar que cuando llegue mi hora me llames por mi nombre y no genéricamente como lo haces con el rico, que no mereció que en el Cielo le nombraran. 
Amén










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