domingo, 23 de marzo de 2014

La fuente que mana y corre

*Jesús... llegó a un pueblo de Samaría llamado Sicar... cansado por la caminata, se sentó al borde del pozo... una mujer samaritana llegó para sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber" la samaritana le dijo: ¿Cómo tú que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una samaritana?...
Juan 4, 5-


¡Oh, dulce y refrescante Agua de Vida! como la samaritana te pregunto: ¿Cómo Tú, que eres Dios eterno, te abajas a mí que soy un pozo de aguas negras? ¿Cómo es que me pides a mí, pecadora, de beber las aguas turbias de mi amor, cuando Eres la fuente:

..."que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es de noche"


como bien escribiera el Poeta de los santos. Dime mi Señor ¿Cómo es ésto?...
Y sin embargo, Amado y Dueño mío, Tú no tuviste asco de mí, como no lo tuviste de la mujer de Sicar y, como a ella, me has dado de beber el agua viva que brota de Ti y con ella has esclarecido las mías, con el correr del tiempo, y me conduces a la vida eterna. Amén





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