miércoles, 3 de abril de 2013

¡Mane nobiscum dómine!

*...Entonces Él les dijo: "¡Qué poco entienden ustedes, y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas..."
... Al llegar cerca del pueblo al que iban Jesús hizo ademán de seguir adelante, pero ellos le insistieron diciendo: "Quédate con nosotros; ya está cayendo la tarde y se termina el día."
Lucas 24, 13-35


Mi Señor, mi Dios, Mi todo: Yo también como los discípulos de Emaús, tengo el corazón lento para entender tus designios amorosos, por eso, confiando plenamente en tu infinita Misericordia, te imploro que te quedes conmigo, ya que también en mi vida está comenzando a atardecer y no quisiera que me llegara la noche sin haber compartido contigo mi pan. Amén



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