domingo, 7 de abril de 2013

Señor mío y Dios mío

Ocho días después... estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, Les dijo: "La paz esté con ustedes," Después dijo a Tomás: "Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree." Tomás exclamó: "Tú eres mi Señor y mi Dios." Jesús replicó: "Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen."
Juan 20, 26-29


Señor mío y Dios mío: Cuando a la elevación de tu Cuerpo y tu Sangre Sacratísima, esta palabras tan hermosas surgen de mis labios, Jesús, Tú sabes que mi corazón explota de amor y agradecimiento. No importa que sólo se escuche mi voz en todo el ámbito, lo digo con júbilo y quisiera que todos los asistentes lo experimentaran y dijeran!  Y te doy infinitas gracias, Padre y Dueño mío, porque si yo creo sin ver, es sólo obra de tu gracia inmarcesible. Alabado y bendecido seas por siempre por todas las creaturas salidas de tu mano creadora. Amén



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