lunes, 27 de mayo de 2013

Hola, Jesús...

*Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él  y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?" Jesús le dijo: "¿por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios...
Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: "Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme."...
Mc 10: 17-24


Hola Jesús, casi diez días de silencio debido a la gripe y la tos que he soportado, agradeciendo que me recuerdes que no soy super-mujer. Y Tú, siempre tan generoso, has pensado que para comenzar me tocara esta parte del Evangelio. ¡A fin de cuentas!, jejeje, soy tan pobre que más que compartir algunas veces me comparten. Bendice a cada persona que a lo largo de mi vida me ha tendido su mano generosa y bueno... mañana será otra lectura...
¿Qué? ¿Cómo si estoy segura de no guardarme algo sólo para mí? ¡Claro que no; Señor, Tú lo sabes todo! ¿que podría guardarme yo? ¿Tu amor?, Jesús... ese lo comparto con todo aquél que está en mi entorno... ¿tu paz?... pero... pero Jesús, siempre pongo paños fríos cuando se enciende la chispa de una discusión!... ¿los conocimientos, poquísimos, que de Ti y los tuyos voy adquiriendo? ... mira, Tú sabes bien que también los comparto!
¿¿¿Quéeee??? ... sí, Señor, perdóname... tienes razón... muchas veces no comparto mi tiempo Contigo, ni te cuento mis penas, ni mis alegrías, ni mis pequeños logros o pérdidas, no te he pedido mi salud ni tu auxilio. ¡Es que yo sé que no necesitas que te cuente nada! 
Sin embargo, Jesús, no me he dado cuenta que también a mí me has tomado cariño, y quieres que yo me acerque y te cuente todo, todo, todo.  
No quieres tantas palabras bonitas, ni bellos paisajes, ni imágenes que cantan tu creación. Tú, Señor, me quieres a mí, con mis imperfecciones, mi vida chiquita y aburrida, mi amor pequeñito similar a un punto de lápiz comparado con el Universo.
Perdóname Jesús, no había mirado bien mi tesoro. Ayúdame a desasirme de todo lo que de Ti me separa, o distrae. O mejor, Jesús, hagamos juntos lo que deba hacer, para terminar pronto e ir a nuestro coloquio privado y amoroso.






No hay comentarios:

Publicar un comentario