* Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí.
Y ustedes también darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el principio.
Les hablo todo esto para que no se vayan a tambalear. Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios. Y actuarán así porque no conocen al Padre ni a mí,
Se lo advierto de antemano para que, cuando llegue la hora, recuerden que se lo había dicho."*
Juan 15, 26 - 16, 4
Señor nuestro y Dios nuestro: Dos mil años después tus palabras de advertencia cobran cada vez más actualidad. Este papá sirio, sólo por ser cristiano, llora a su hijo, víctima inocente de los nuevos fariseos. No me toca en propia carne, y ojalá nunca me toque, pero sí me desgarra el corazón, porque son mis hermanos, Señor, tus hijos amados por quienes derramaste tu preciosa Sangre, la misma que derramaste por mí. Y, en pequeñísimas cosas y aunque me miren extrañados o me acusen de arcaica doy testimonio de mi fe, donde nadie en mi caso, y donde pocos en otros sitios, lo hacen. Son cosas simples que en nada ayudan a este pobre padre de Alepo, pero en la comunión de los santos quiero que sepa que a mi modo, me uno a su testimonio de fe.
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