miércoles, 23 de enero de 2013

Enojado y afligido


*Entonces Jesús paseo sobre ellos, los fariseos, su mirada, enojado y muy afligido por la dureza de sus corazones y dijo al hombre: "Extiende tu mano". El paralítico la extendió y su mano quedó sana.*
Marcos 3, 5 


Señor mío y Dios mío: Cuántas veces tu mirada apenada y enojada habrá pasado por mi corazón cuando en mi interior he criticado personas que a mi juicio no debían acercarse a Ti. Cuántas veces mi soberbia me impidió entender que Tú creas y recreas el interior de cada ser, incluso el mío, porque Tú eres el Señor del sábado, del domingo, de los sanos, de los pecadores y como tu Papito trabajas en la creación constantemente. Ayúdame, Jesús bueno, a comprender tu Amor y a amar como Tú nos amas. Libérame de prejuicios para comprender que todos tenemos derecho a llevar una vida plena, restaurada por tu amor. Amén





No hay comentarios:

Publicar un comentario