jueves, 24 de enero de 2013

Lo seguía una gran muchedumbre

Jesús se retiró con sus discípulos a orillas del lago y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las tierras de Tiro y Sidón.
... todas las personas que sufrían de algún mal se le echaban encima para tocarlo...
Marcos 3, 7-8; 10b


Señor mío y Dios mío: Mientras leía tu Palabra, me venían a la mente imágenes de los templos y capillas donde, especialmente los días de semana y los domingos por la mañana, de lunes a viernes se pueden ver en hora de misa casi 20 personas, y fuera de ella dos o tres y no frente al Sagrario. En misas dominicales de la tarde, socialmente, se hacen presentes más personas, aunque no llenan los templos. Entonces me preguntaba ¿es que ya nadie te busca? ¿es que todos se sienten tan saludables corporal y anímicamente que no creen necesario acudir a Ti? ¿Es que olvidamos que día a día, hora tras hora, minuto por minuto y cada segundo nos esperas con infinito amor? No hablo de amarte, porque está visto que si no te vamos a ver, nuestro amor es endeble y superficial. Te pido perdón en mi nombre y en el de todos mis hermanos y te suplico nos envíes tu Santo Espíritu que nos dote de fidelidad, autenticidad y sobre todo nos enamore perdidamente de Ti. Amén









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