domingo, 13 de enero de 2013

Tú eres mi hijo... mi hija...


"Y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: `Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección´."



Señor mío y Dios mío: gracias por concederme el ser bautizada, gracias por concederme descubrir el amor que el Padre siente por mí, por cada uno de sus hijos. Gracias por compartir, en mi bautismo, al glorioso Santo Espíritu, por los dones y talentos que el depositó en mi corazón. Ayúdame a multiplicar esos regalos del cielo en favor de mis hermanos, de la Santa Iglesia, de mi Patria. Ayúdanos a todos tus hermanos, Jesús amado, para que al final del camino el Padre Celestial con una gran sonrisa nos diga: `Adelante, entra a mi Reino, mi querid@ hij@ en quien también he puesto mi predilección´.



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