sábado, 16 de febrero de 2013

Te seguimos

Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví... y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas...


Señor mío y Dios mío: También te acercaste a mí mirándome profundo, tanto que tu mirada llegó hasta mi alma. Comprendo a Leví, es una fuerza de amor inexplicable. Todo lo mal o bien vivido hasta ese instante se borra. Yo también dejé todo y te seguí, atrás quedó el egoísmo de vivir para mí, los pecados fueron descamándose de mi alma y comenzó a entrar la alegría simple, la que se lleva en el corazón. Y claro, quise que mis amig@s te conocieran y l@s llevé conmigo al banquete, algun@s quedaron en el camino, otr@s llegaron tan cerca de tu misericordia que son un contento en tu Sagrado Corazón. Gracias, Señor, tú viniste a sanar nuestro espíritu y nos llenaste del tuyo.



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