viernes, 1 de febrero de 2013

Sin que sepamos cómo

*Jesús decía: "Escuchen esta comparación del Reino de Dios. Un hombre esparce la semilla en la tierra, y ya duerma o esté despierto, sea de noche o de día, la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da fruto por sí mismo: primero la hierba, luego la espiga, y por último la espiga se llena de granos. Y cuando el grano está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha."
Les dijo también: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podríamos compararla? Es semejante a una semilla de mostaza, la más pequeña de las semillas... pero una vez sembrada, crece y se hace más grande que todas las plantas del huerto y sus ramas se hacen tan grandes que los pájaros del cielo buscan refugio bajo su sombra."*


Señor mío y Dios mío: Hoy cuando meditaba tu Palabra, sólo me venían a la mente los niños en gestación. Ellos también crecen, maduran y están prontos a nacer en el tiempo que Tú dispones, al tiempo que son portadores del Reino de Dios en sus corazoncitos. Una vez en el mundo, según sea Tu Voluntad y su docilidad, pueden llegar a ser canales de tu amor y ayudar a reunir en torno Tuyo a los otros. 
Entonces, dos cosas te suplico, Señor de la Vida: la primera que nos ayudes a encontrar medios amorosos y de contención que impidan los abortos y la segunda es que llegue yo, de alguna manera a acercar a mis hermanos a tu Corazón, fuente de vida y misericordia. Amén





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